Obra

» La pintura no es muy difícil cuando usted no sabe cómo, pero cuando sabe… ¡oh! Entonces es otro asunto»

         Edgar Degas

Su motivación para la pintura, como para otros muchos artistas, nace de la mera observación del entorno cotidiano. La obra de los últimos años se fija en las personas y en las motocicletas. Dos excusas sencillas donde encontrar la belleza que tienen la piel y el metal.

Por una parte los retratos identifican no sólo un reflejo fiel del aspecto físico, sino la posibilidad de captar más allá, el gesto y la atmósfera que realmente identifica a la persona.

Por otra parte, el mundo del motor sobre dos ruedas es una de las excusas más atractivas a la hora de encontrar referentes.  Las máquinas como el reflejo del avance tecnológico, no solo se comportan como vehículos, sino como objetos bellos dignos de observación. Un medio que simboliza en ocasiones un modo de vida y un límite extra a la capacidad humana. En este mundo se enlazan también reflexiones sobre género, estética e incluso fetichismo.

Siempre hay más campos donde fijar la atención, y afortunadamente muchas veces serán los encargos los que plantean retos nuevos a los límites creativos.

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